Música y movimiento en la infancia
Durante nuestra primera infancia, el desarrollo intelectual y del aprendizaje es básicamente sensorial, de forma que adquirimos habilidades sensomotrices mucho antes que el lenguaje.
En estos procesos, la música desempeña un papel fundamental.
Desde un punto de vista evolutivo, el cerebro humano, desarrolló la capacidad musical mucho antes que la habilidad del lenguaje. Esto se refleja también en las etapas primeras de un bebé: con solo unos meses de vida, los bebés responden al ritmo y a la melodía del lenguaje sin comprender el significado de las palabras.
Independientemente de nuestra procedencia, las personas, compartimos una “razón musical universal”, esto es, somos seres musicales desde que nacemos, y más tarde aprendemos a hablar.

Las canciones que se acompañan con movimientos estimulan a la coordinación cenestésica y mental, al¡ tomar consciencia de los movimientos del propio cuerpo.
Es así que la música es fundamental en la etapa preescolar.

Música y movimiento en la tercera edad
A pesar de parecer simple, la capacidad de moverse al ritmo de la música requiere una compleja red de conexiones entre diversas áreas cerebrales responsables de la percepción del ritmo y de su duración, de la planificación y del control de movimientos, así como de los procesos de integración entre la percepción y la acción.
Cuando escuchamos música, sentimos deseos de movernos ya que las áreas cerebrales motoras se activan.
Caminar, bailar, moverse al ritmo de la música puede mejorar la calidad de vida de las personas de edad avanzada que presentan dificultades motoras. El diez por ciento de la población mayor marcha a paso lento. Los problemas para andar y la disminución de la velocidad se asocian comúnmente a un declive cognitivo.

Algunos experimentos revelaron que los participantes estudiados que escuchaban música, se desplazaban a una velocidad mayor de la habitual y daban pasos más largos.
Hoy en día se continúa estudiando cómo utilizar la música para mejorar la movilidad de las personas mayores y su calidad de vida. Se ha demostrado que se consigue caminar mejor, caerse con menos frecuencia, tener menos temor al andar y superar pruebas cognitivas estándar.
Os dejamos a continuación un vídeo de la asociación Música para Despertar, donde utilizan la música para ayudar a los pacientes de alzhéimer, y el una gran bailarina de ballet de los años 60, ‘despierta’ al oír el ballet El lago de los cisnes